martes, 23 de febrero de 2010

¿CUÁNDO UNA ACTIVIDAD DEPORTIVA ES EDUCATIVA EN EDUC. FÍSICA?

Para nosotros lo educativo es lo conformador de la personalidad del alumno. Lo referimos siempre a la optimización en la configuración cognitiva del alumno, en línea con las teorías de la Escuela Nueva.Para Le Boulch (1991) «un deporte es educativo cuando permite el desarrollo de sus aptitudes motrices y psicomotrices, en relación a los aspectos afectivos, cognitivos y sociales de su personalidad».
Lo educativo del deporte no puede estar fundado en base a una determinada ideología, sino hacerlo a través de unos fundamentos filosóficos que contengan como referencia los valores humanos de autonomía y libertad. A partir de ellos, se debe construir un sistema capaz de superar cualquier marco ideológico coyuntural.
Ya Clausse (1967) critica a la educación sustentada por ideologías.La ideología que define los valores educativos del deporte actual es del siglo XIX. Los valores higiénicos y de salud, el hombre que supera a la naturaleza, y otras connotaciones más modernas, que son una amalgama de ideales propios de la sociedad consumista, y tecnológicamente industrializada, configuran el espectro ideológico que soporta mayoritariamente la actual práctica deportiva, que como toda práctica basada en..., sea la ideología que fuere, es coyuntural y según nuestro entender, con unos valores educativos, si los hubiera, que deberán ser continuamente revisados.
Brohm (1972), critica esta ideología: «Como toda superestructura ideológica, el deporte tiende a la cohesión de la sociedad capitalista minada por sus contradicciones».
Este soporte ideológico hace del deporte actual una actividad donde lo que importa exclusivamente es el resultado, bien sea inmediato, esto es, la confrontación deportiva valorada en números, o del resultado final, en utilidades o bienes productivos de una u otra categoría. En cualquier caso, la persona, productora de estos bienes, pasa desapercibida, pues así es la intencionalidad ideológica dominante.
La forma cómo esa persona produce esos bienes, a costa de qué mecanismos propios es capaz de desencadenar esos productos, es lo que puede ser fuente de educación. El cómo se van auto-estructurando esos mecanismos, puede resultar educativo o no, en función de las necesidades que plantea la producción deportiva.
Así, Meinel y Schnabel (1988) proponen: «El efecto de la actividad deportiva sobre el ser humano es la contribución decisiva y constituyente para el desarrollo de una personalidad multifacética» Por lo tanto, la actividad deportiva del ser humano accederá a niveles educativos siempre que en su realización conlleve la necesidad y la responsabilidad de referencia hacia la persona que realiza esa actividad, no sobre el posible resultado.
No puede estar fundamentada en ideologías que condicionan toda la práctica, conduciéndola hacia fines que serán siempre coyunturales, sino que debe basarse en la ciencia para configurar un tipo de práctica que comprometa íntegramente a la personalidad del deportista, que es un objetivo intemporal y prioritario.